Gonzalo Guillén, director general de Acesur (compañía dedicada a la producción, envasado y comercialización de aceite de oliva), tiene una definición del empresario bastante clara basada en “sacrificio, esfuerzo, constancia, mucho trabajo, quitarle horas a la familia, ilusión, buscar oportunidades, innovar, hacer cosas nuevas”. Son los pilares de la filosofía empresarial a los que añade la pasión para “dedicarte al trabajo como si fuera tu afición”. Es esta dedicación la que le reporta satisfacción personal, con la que se siente realizado, ya que “estamos contribuyendo a la sociedad, ayudando, creando empleo, riqueza y valor añadido”.

Opina que, pese a los duros momentos que atravesamos, “el empresario tiene muchas posibilidades si es un tío imaginativo, innovador y trabajador” y aconseja a los que quieren emprender su negocio “que nunca tiren la toalla”. “Hay que luchar, intentar y probar continuamente. Si se tiene una buena idea y son persistentes, al final, triunfarán seguro”, concluye.

 

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