La empresa sevillana de reparto de última milla, Mox amplía su modelo de negocio. Para ello han cerrado un acuerdo con una red de farmacias para la distribución de productos de medicamentos sin receta y están a la espera de una legislación que autorice el reparto con receta.
El objetivo de la startup andaluza es estar preparada para "transportar todo lo legalmente transportable", afirma Gregorio López, fundador y CEO de Mox, quien prevé depender menos del food delivery (entrega de comida a domicilio) y hacerse fuerte en otros sectores para convertirse en una empresa de logística en todas las fases y entrar en el servicio 360, a través del cual, Mox organiza con medios digitales la preparación y ejecución del reparto directamente para sus clientes.
De esta manera, la entrega de comida ha pasado en 2020 de ser el 95% del negocio a representar el 70%. "Hemos aprendido de lo más difícil, que es la comida; el no-food es mucho más dócil, con periodos de entrega mucho más largos", señala Gregorio López.
Además, Mox ha comprado una pequeña tecnológica, Supertech, para entrar en el servicio 360 para los clientes. "Se trata de organizar, en el reparto, el carrito de la compra, los tickets, los pedidos, los tiempos de entrega, etc.", dice López. De esta forma, Mox "organiza el sistema de puertas hacia adentro: hace inventarios, controla los stocks, coge los artículos estanterías y los entrega". De hecho, este modelo es compatible con marketplaces como Just Eat, que sí intervienen en la captación directa de los clientes.
A todo ello se suma que la startup también trabaja con grandes operadores chinos para hacer todo el transporte de una ciudad a otra y finalmente al punto de destino. Eso ha implicado trabajar con camiones de arrastre y furgones, y pasar de 'hubs' o espacios de almacenamiento de 60 metros cuadrados para bicis y motocicletas a otros de 500 metros cuadrados. Ahora mismo, la empresa cuenta con 21 naves y 'hubs' para el reparto de última milla, principalmente.
Fuente: Diario de Sevilla