Navantia Australia ha firmado un acuerdo con la Armada de este país que establece que todos los buques actuales y futuros, diseñados o construidos por Navantia y en servicio en la Marina Australiana, serán mantenidos durante toda su vida operativa por la empresa naval pública española.
Tras la firma de este contrato, la presidenta de Navantia ha declarado que “este acuerdo representa un importante hito en la larga relación de confianza que Navantia mantiene con Australia desde principios de los años 2000. Este acuerdo reconoce la importancia de Navantia Australia en el panorama de industrias críticas para la defensa y es también una prueba de la apuesta por la internacionalización de la empresa, en la que Australia figura como uno de los mercados estratégicos para la compañía.”
Por su parte, el presidente de Navantia Australia, Warren King, ha trasladado que “este acuerdo es un importante hito en el desarrollo de las capacidades de la compañía, lo que significa que el mantenimiento y las modernizaciones de los destructores de la clase Hobart, los LHDs y las lanchas de desembarco, así como los nuevos buques de apoyo logístico”, que actualmente se están construyendo en el astillero de Ferrol, “serán gestionados por Navantia Australia y abre un importante futuro en el desarrollo de las operaciones actuales y nuevas soluciones apoyadas en tecnologías digitales.”
La relación de Navantia con la Marina Australiana se remonta a los años 2000, primero con los contratos para el diseño de los destructores AWD y para la construcción de dos buques anfibios tipo LHD, que fueron ejecutados también en su mayoría en el astillero de Ferrol, un barco realizado a semejanza del “Juan Carlos I”, de la nuestra Armada, incluyendo también doce lanchas de desembarco para los mismos.
Mientras, en el año 2016 se contrató el suministro de los dos buques AOR, en fase final de construcción.
Navantia registró en 2012 su filial en Australia, que actualmente proporciona servicios de apoyo al diseño y al mantenimiento de todas las clases de buques diseñados por la empresa pública y cuyo 100% del capital pertenece a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).