El lunes, 27 de octubre, medio centenar de asociaciones empresariales y de la sociedad civil, entre las que nos encontramos CESUR, hemos suscrito un comunicado conjunto en el que manifestamos nuestra profunda preocupación por la propuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre el nuevo marco de inversión en redes eléctricas.
Entendemos que esta iniciativa del regulador limitaría el desarrollo de infraestructuras esenciales, poniendo en riesgo la viabilidad de proyectos estratégicos para la industria, el transporte y la vivienda, sectores fundamentales para el crecimiento del sur de España.
Una situación que compromete la transición energética
En el documento al que nos hemos adherido desde CESUR, alertamos de que la mayoría de las solicitudes de conexión a la red están siendo rechazadas. Esta situación impacta directamente a la electrificación del transporte, la movilidad sostenible y la construcción de nuevas viviendas.
“Sin redes eléctricas adecuadas no habrá transición energética ni generación de empleo industrial de calidad”, señalamos las entidades firmantes en este comunicado.
Este momento es especialmente sensible, ya que coincide con el anuncio de un incremento de inversiones por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y la fijación, por parte de la CNMC, de las reglas que regirán estas inversiones durante los próximos seis años.
Los puntos de alerta en la propuesta de la CNMC
La propuesta del regulador introduce dos cambios que han encendido las alarmas en el tejido empresarial. Por un lado, se ha fijado, por primera vez, un límite máximo de inversión para conectar clientes, lo que podría dejar fuera del sistema a aquellos cuya conexión resulte más costosa. Por otro lado, se ha reducido un 37% el coste de mantenimiento, una medida que podría deteriorar la calidad del servicio y comprometer seriamente la fiabilidad del suministro eléctrico.
A nuestro juicio, estas restricciones no solo frenan la ejecución de proyectos industriales y logísticos, sino que también dificultan el desarrollo inmobiliario y la electrificación del transporte, esenciales para alcanzar los objetivos climáticos y económicos.
Desde el sur de España, donde contamos con un enorme potencial en energías renovables y un papel estratégico en la industria agroalimentaria y logística, necesitamos infraestructuras eléctricas robustas. Estas son imprescindibles para atraer inversiones, consolidar proyectos que generen empleo de calidad y garantizar un desarrollo sostenible.
Por todo ello, las entidades firmantes instamos a la CNMC a “estar a la altura del momento crítico”, garantizando la operación segura y fiable de las redes, asegurando la atención a todas las solicitudes de conexión, valorando el impacto económico y social de sus decisiones y protegiendo nuestra competitividad frente a países vecinos.
La conclusión es clara: la industria está preparada para liderar el cambio hacia un modelo energético sostenible, pero es imperativo que las redes eléctricas estén a la altura del reto. Es el momento de actuar con responsabilidad.
