A través del Círculo de Educación y Sociedad, CEYS, nuestro think tank de innovación educativa, hemos celebrado dos encuentros dirigidos a las comunidades educativas de Sevilla y Málaga. Así, con el título "Bienestar emocional, dificultades en los centros: Miradas desde el aula con Gregorio Luri" nos hemos reunido, primero, el lunes 01 de diciembre en la sede de la Fundación Cajasol en Sevilla, y al día siguiente, 02 de diciembre, en la Sala de Cultura de Cajamar en Málaga
Ambos encuentros, organizados con la colaboración de Hidral, han contado con la participación del filósofo y profesor Gregorio Luri, una de las voces más destacadas en el debate sobre la educación en España.
Además, en cada una de las sesiones se han sumado al diálogo dos profesionales con experiencia directa en el aula. De esta forma, Rocío Guerrero, directora general del Centro Santa Joaquina de Vedruna de Sevilla, y Daniel Bermúdez, profesor del CEIP Malala de Mairena del Aljarafe, han participado en la jornada de Sevilla, mientras que el encuentro de Málaga ha contado con los testimonios de Diego Palacios, director del IES Martiricos, y Marcos Tello, director pedagógico del Colegio Madre Asunción.
El malestar en la comunidad educativa: Datos que confirman la fragilidad docente
Durante su intervención Gregorio Luri ha hecho hincapié en el malestar notable y posiblemente creciente que se vive actualmente en la familia, la sociedad y la escuela. Luri ha hecho un llamamiento especial a la atención sobre la fragilidad de los profesores hoy en día, a consecuencia de cargas de trabajo insostenible, esfuerzo de apoyo administrativo, autonomía limitada y un salario inadecuado. En este sentido, señaló que la clave para abordar el bienestar emocional en los centros educativos reside en el bienestar emocional del propio profesor, ya que “el malestar docente es el malestar de los encargados de impartir educación emocional”.
Para ilustrar la situación, Luri ha compartido datos de informes y estudios, poniendo en contexto la sobrecarga y el ambiente que percibe el profesorado. De esta forma, el 50% de los profesores en nuestro país se declara estresado; las bajas médicas de docentes alcanzan tasas de entre el 25% y el 40%, dependiendo de la comunidad autónoma, una situación que resulta "económicamente insostenible", y un 29% de los profesores de Secundaria y un 24% de Primaria perciben un ambiente ruidoso o desordenado en las aulas, lo que genera una pérdida de tiempo lectivo, según el informe TALIS.
Tal y como ha expuesto el filósofo, y en línea con las declaraciones de Andreas Schleicher, creador del informe de PISA, existe un fenómeno en el que "los estudiantes se han convertido en consumidores, los maestros en proveedores de servicios y los padres en clientes. Eso es el fin de la escuela". En este contexto, Luri ha defendido que "reduciendo el nivel de exigencia académica no se incrementa el bienestar emocional en las aulas", sino que el camino pasa por el éxito académico.
La importancia de la serenidad y la confianza
El profesor Luri ha planteado la necesidad de introducir la esperanza y serenidad en la escuela, insistió en que sin confianza no hay escuela y criticó la sobreprotección en el ámbito familiar, a la que ha tildado de "una forma de maltrato" porque impide al niño gestionar la realidad. También ha animado a recuperar las palabras mágicas – gracias, perdón y por favor - y convertirlas en habituales en los centros de enseñanza. “Son palabras que ayudan a fomentar la amabilidad y la visión humanista de la vida”, ha dicho.
Además, Luri ha abordado otros aspectos que influyen en el bienestar emocional, como la necesidad de una correcta higiene del sueño, que permite al niño descansar, retener lo aprendido, cuidar el cerebro y dejarlo listo para el día siguiente, y la importancia de la amistad y el ejercicio físico. Ha concluido su reflexión con una idea contundente: "Es mucho más importante enseñar a nuestros alumnos a amar incondicionalmente la vida que a proporcionarles clases de educación emocional", aunque reconociendo la importancia de esta última.
Por su parte, los testimonios de Rocío Guerrero y Daniel Bermúdez, en Sevilla, han coincidido en señalar que los profesores están agotados y a menudo se sienten perdidos. Ambos han destacado que los alumnos están trasladando al profesorado la realidad de los problemas que sufren en casa, y manifestaron su preocupación de que las familias están perdiendo su rol como referentes de sus hijos.
Mientras que Diego Palacios y Marcos Tello han abordado la importancia que tienen los profesores no sólo a nivel académico, también en la vida social y emocional de los estudiantes, que muy habitualmente les trasladan preocupaciones personales que les afectan y que deben saber atender con sumo cuidado, con lo que muchos tienen una sobrecarga emocional, añadida a su labor diaria como docente.
